domingo, 29 de abril de 2012

CIRUJANO DE ALMAS


PRIMERA PARTE

Deseo presentarte una nueva visión de la medicina reconocida por el gobierno de mi país, Chile, y también de España: la Sintergética y su representante: Jorge Carvajal P.
Anteriormente te había compartido sobre ella. Hoy nuevamente lo traigo para tu atenciòn.

Luce en la pared de su concurrido consultorio de Medellín el título de cirujano, pero el prefiere presentarse como “carpintero de la conciencia”. Para el doctor Carvajal la bioenergética es aquella medicina que deja de ver al hombre como un “fósil molecular” y comienza a observarlo como un “ser de luz”. No distingue entre medicina, conciencia y espiritualidad, pero se trata de una miopía valiente e intencionada.

Pregona en los congresos de médicos que el cuerpo y el alma están estrechamente unidos y en los seminarios atiborrados de gente que la ciencia del servicio es la ciencia más sagrada. Para este poeta, psicólogo, inventor, cirujano…, la enfermedad es el espejo en el que se mira nuestra conciencia. 
Arde la arena a sólo unos metros del Palacio de Miramar. Los donostiarras disfrutan del primer y esplendoroso domingo de verano y sin embargo el salón de esa gran mansión isabelina, se encuentra también a rebosar. Desborda el verano en la perla del Cantábrico, pero el médico colombiano mantiene a cientos de personas clavadas en las sillas. El sol puede esperar.

Místico sin cueva
Jorge Carvajal Posadas emana la profundidad del sabio, la seguridad del científico, la belleza del poeta y la generosidad del hombre comprometido con su tiempo. Sin embargo más allá del cirujano que ha hollado nuevos y más amplios horizontes de terapias, del conferencista que llena aforos en Europa y América a su paso, más allá del poeta viajero que va dejando aquí y allá una bella mirada del mundo, del observador de una realidad tan lacerante como esperanzada, Jorge Carvajal es un místico de nuestros días. Su palabra resuena en la más interna geografía. Por eso la gente deja la playa, el sol y el agua…, saben que sus discursos van directos al alma, en constante exhortación a la búsqueda del centro. 
Nuestro interlocutor es un místico sin cueva, de los que se plantan en medio del asfalto, aún a riesgo de retumbar preguntas sin respuesta: “¿Qué puede pasar con la gota de agua congelada en el Ártico…” El piensa que le seguimos, pero se nos escurre su gota tocada de eternidad. 
El investigador colombiano va sembrando ciencia y conciencia a partes iguales. Sus estudios sobre nuevas medicinas dan la vuelta al mundo entero, pero antes que nada es hombre con inmensa fe en el hombre: “Las oscuras cavernas fueron necesarias para que la humanidad naciera, pero en la nueva cultura, la humanidad ascenderá la montaña de la iniciación”.

Aromar la Tierra
Esa
apuesta tan vital le empuja a amar con pasión su país. Anima a visitar el mágico realismo de su geografía. El médico de Medellín se crece en medio de una tensión, de una turbulencia que le presenta diariamente reto de equilibrio y serenidad. Las víctimas de los atentados saben también de su cirugía, de sus resonancias, de sus colores, de su acupuntura, de su homeopatía…, pues Carvajal toma lo mejor de todos los territorios terapéuticos y los individualiza en cada paciente. Colombia desafía continuamente a este hombre que no conoce los límites de la entrega: “Somos flores, nuestro cometido es aromar la tierra”.
Viene de la geografía más convulsa del planeta y sin embargo su presencia es todo paz. No es fácil ubicar al doctor Carvajal. Lo podemos encontrar en congresos especializados, siempre intentando ampliar los márgenes de la ortodoxia, revelando las claves de la bionenergía, la medicina con la que se le identifica, o de la terapia láser, uno de los métodos que le caracterizan… Lo podemos ver con sus colegas galenos, defendiendo la necesidad de abordar el tema de la salud desde más allá del cuerpo, invitando a “rescatar” el alma del paciente, abundando en la ciencia que el denomina de la sintergética, o ciencia de la síntesis. Le podemos ver también en multitudinarios aforos compartiendo con gentes sencillas su intenso “sabor de la vida” (sabiduría) en charlas salpicadas de fina y profunda poesía. Le podemos ver en sus seminarios en Barcelona, Mallorca, Madrid y San Sebastián, pues su gente y seguidores no le perdona menos de dos visitas al año. 
Entre conferencia y conferencia logramos secuestrarlo. Nos lo llevamos al jardín del palacio. Verde, cielo y mar inmenso parece que colmaran de nuevo la inspiración de este hombre, por lo demás, amable y solícito. La paz que pregona y emana, le posibilita también ubicación perfecta. Apenas toma respiro entre el discurso del salón y la entrevista a orillas del Cantábrico. No hay fractura entre las palabras de dentro y fuera del palacio, al igual que no hay salto entre las diferentes ciencias y terapias que transita. Sabe por donde se anda, conoce su discurso, pero no recita; responde con una rapidez no exenta de fuerza y convicción. El tiempo es breve y sus palabras son precisas, “quirúrgicamente” lanzadas y ubicadas. No en vano tiene ya “operadas” muchas almas. 

¿Cuál es la medicina del futuro?

Más y mejores técnicas sí, pero con la magia viva del sentir. Afrontar la enfermedad y el dolor sí, pero sin perder de vista el sentido del vivir. Talvez tendremos menos hospitales y más trabajo ambulatorio, menos cirugías y más educación, menos medicamentos y más bebidas caseras, menos vitaminas y más alimentos de buena calidad.

¿Una medicina más humana?
Algo así. Apostamos por una ciencia con alma, una disciplina que no mate la fe y la esperanza. Una propuesta para que cada quien rescate el poder de gestionar su propia salud, para que nacer y morir no sean los límites infranqueables de la vida y vivir se convierta en el arte original de ser. Un movimiento hacia la participación, un cese de la conspiración que ha dejado marginado al hombre de la responsabilidad sobre su propia vida; un rescatar la indivisible integridad del ser humano.

Continuará....



martes, 17 de abril de 2012

DARTE EL TIEMPO












Habitualmente nos vemos recargadas/os de miles de cosas por hacer…es cosa de mirar nuestra agenda donde tenemos todo o casi todo el tiempo ocupado. Igualmente ocurre si estás en casa a cargo de la familia. Estás haciendo y haciendo…y terminas exhausta! Y te dices que esto no es lo que deseabas, que te imaginabas que tu felicidad sería de otra manera., “algo falta” y “Alguien te reclama”…tu Ser Interno. No has tenido un minuto para ti para disfrutar “el no hacer”, para cultivar el bien-estar íntimo. Esto que está ahí inamovible y forma parte de ti, de tu mundo interior, de donde proviene y se despliega la resonancia con todo y todos, donde reconoces en la naturaleza tu propia naturaleza, tu alegría de vivir y gozar. 


Darte tiempo es dar espacio a tu propia realización personal, reconocer tus emociones. Observar tu cuerpo, mente y espíritu, o sea, tomar contacto contigo. Cómo, si no tengo tiempo? Te puedo asegurar que lo tendrás, porque ESE TIEMPO será solo para ti. Es cosa que recuerdes qué era lo que te gustaba y dejaste de hacer; cultívate! Sale a caminar observando los detalles, como la brisa que hace que las hojas de los árboles se mueven y roza tu cara, apreciar la vida lo simple, y sólo así, con estos sencillos ejemplos te sentirás mejor. Y como dice mi hija “happy wife, happy life”!  
Como decía mi gran Maestra, Patricia May darte tiempo para cultivar tu jardín interior, a cuidarnos como lo hacemos con el lugar donde vivimos, así como nos ocupamos de vernos bien ante los ojos de los demás y es tan fácil que eso ocurra, cuando estamos haciendo y haciendo, cumpliendo don deberes, panoramas, es muy probable que nos arrastre la corriente de ir por la vida corriendo, sin preguntarnos por la calidad de nuestra vida y actos, por la alegría de fondo y por la energía que quedó vibrando en el ambiente. 
Des-acostumbrémonos dejarnos llevar por la rutina como anestesiados por la televisión y otros estímulos externos, por esa pasividad que puede asemejarse mucho a la genuina tranquilidad o paz, y que NO LO ES, porque las personas que se cultiva, que hacen contacto con su potencial interno están vivas, creativas, conscientes y equilibran, a su manera, los tiempo de interioridad, de armonización interna con los de acción. 
Darte tiempo requiere tomar decisiones, priorizar nuestros tiempos, ocuparnos de uno mismo para observarse, sentirse, sanarse, para hacer aquéllo que nuestro Ser está pidiendo, sin pensar en si éso es útil a los ojos de los demás y darnos el tiempo para concretar las cosas que nos inspiran y entusiasman.
Darnos tiempo es cumplir el compromiso central que tiene todo ser al nacer: expresar el potencial de su alma en el mundo.




viernes, 6 de abril de 2012

LECCIONES VITALES PARA SER FELIZ

















TODO LO que necesito saber lo APRENDI EN KINDER
(Te sugiero escuchar la melodía que te lleva a tu estado de niñez.)

Venía de regreso a casa y escuché esta reflexión que me resonó profundamente, así es que busqué en la web y te la comparto.
Ciertamente nos descomplica y a la vez hace que reflexiones cómo hemos vivido hasta hoy y qué podemos hacer para simplificarnos. Más que útil lo considero necesario.

Hoy tenemos que volver a lo revisarnos,  a recordar nuestros días de infantes,  que viéndolo desde esa perspectiva, nos vuelve niños….y benditos seamos!

Robert Fulghum  (*Waco, Texas, 4 de junio de 1937 - ). Es un escritor estadounidense, principalmente de ensayos cortos y nos comparte esta enseñanza.
Texto extraido de “All really need to know I learned in kindergarten”

TODO LO QUE HAY QUE SABER sobre cómo vivir, qué hacer y cómo debo ser lo aprendí en el jardín de infantes.

"Siendo ya anciano me di cuenta que ya se la mayor parte de lo que hace falta para vivir una vida plena, que no es tan complicado. Lo sé. Y lo he sabido desde hace mucho, muchísimo tiempo. Aquí está mi credo: 

Toma cualquiera de estos ítems y tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo y se mantendrá verdadero, claro y firme. Y aún es verdad, no importa lo años que tengas, que al salir al mundo es mejor tomarse de las manos y no alejarse demasiado

La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí, en la arenera en ese cajón de arena.
Estas son las cosas que aprendí :

*Compártelo todo.
*Juega limpio.
*No le pegues a la gente.
*Vuelve a poner las cosas donde las encontraste.
**Limpia siempre lo que ensucies.
*Pide perdón cuando lastimes a alguien.
*Lávate las manos antes de comer.
*Sonrójate.
*Las galletas calientes y la leche fría son buenas.
*Vive una vida equilibrada.
*Aprende algo y piensa en algo.
*Dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco.
*Duerme la siesta.
*Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico.
*Tómate de las manos y no te alejes.
*Permanece atento a lo maravilloso.
*Recuerda la pequeña semilla en el vaso, las raíces bajan y la planta sube y nadie sabe realmente cómo ni por qué, pero todos somos así.
*Los peces de colores, los ratones blancos e incluso la pequeña semilla del vaso, todos mueren y nosotros también.
*Recuerdo una de las primeras palabras que me enseñaron, una muy grande : MIRA.
*Todo lo que necesitas saber está allí, en alguna parte. La regla de oro, el amor y la higiene básica. La ecología y la política, la igualdad y la vida sana
.

Las mejores oportunidades para tener una vida plena se encuentran en los aspectos más sencillos y, aparentemente, más insignificantes de la vida.