domingo, 26 de junio de 2011

DEJANDO HUELLAS

Si la humanidad pusiese en práctica el pensamiento que se nos ofrece hoy, el mundo cambiaría en muy poco tiempo.

Evidentemente no está en nuestra mano provocar ese cambio a nivel grupal, pero si a nivel individual.

La práctica de bendecir y de pedir paz y luz para la humanidad es primero terapéutica con el que la practica, o sea YO, sin embargo también, y, más importantemente, forma parte de un trabajo en el que se colabora con una causa mayor.

Cada calle y cada camino pueden ser bendecidos pidiendo que todos los que pasen vivan al unísono con el mundo divino.


Todo se registra en el gran libro de la vida, y también nuestros pensamientos, que pueden dejar huellas luminosas o sombrías.
Es grande nuestra responsabilidad.


Nuestra es la elección de ir dejando huellas de amor y orden por donde pasemos, o de odio y desorden, añadiendo a la ignorancia y confusión del mundo.

Bienaventurados los que ya han decidido trabajar por el mundo divino.

“Todo lo que hacemos en el transcurso de una jornada deja huellas en los lugares que ocupamos: son sellos, clichés, una memoria que queda ahí, fijada en el plano etérico, sobre las paredes, los muebles, los objetos. No es necesario tocar los objetos para dejar huelas en ellos; aunque no los toquéis, las emanaciones de vuestro cuerpo mental se imprimen en ellos: y en los lugares por los que pasáis, en las personas con las que os relacionáis, dejáis también huellas buenas o malas, luminosas o sombrías. Por eso es tan importante trabajar con nuestros pensamientos y nuestros sentimientos para mejorarlos, purificarlos, sabiendo que podemos hacer el bien o el mal no sólo con los actos, sino con los pensamientos.

En todas partes, en cualquier lugar por el que paséis, esforzaos por no dejar más que huellas de luz y amor. Pasáis por un camino, por una calle:
bendecid ese camino o esa calle pidiendo que todos los que pasen por él reciban la paz y la luz, que sean arrastrados por el buen camino, que viva al unísono con el mundo divino”.

Omraam Mikhäel Aïvanhov, Reglas de oro para la vida cotidian.
Desde hace un tiempo que las palabras de este hombre lleno de AMOR INCONDICIONAL me viene motivando….les comparto este video

Blogger

domingo, 19 de junio de 2011

LA PALABRA MÁGICA



Te propongo llevar una varita mágica permanente y trabajar con el poder de la palabra. Que nuestras palabras sean de inspiración para vivificar en vez de desalentar y destruir
Que nuestras palabras sirvan a la renovación y limpieza en el mundo, viajando, sin nosotros saberlo, a los rincones más lejanos, plantando una semilla aquí y allá.

Que nuestras palabras traigan calor y armonía, unión, que sirvan para sanar y no para herir.

Podemos hablar sin parar, aún en silencio, enviando nuestro amor a todas partes y dando las gracias a la creación. Por ejemplo esta mañana, a los pájaros que nos acompañan con su canto o a la llovizna que cae.
La regla es sencilla, pero muy pocos la siguen: “aprended a hablar con amor y dulzura...”.

Poco a poco notaremos cambios profundísimos en nosotros y descubriremos, sin darnos cuenta, que vivimos en paz.

“Aprender a hablar con amor y dulzura, no sólo a los seres humanos sino también a los animales, a las flores, a los pájaros, a los árboles, a toda la naturaleza, pues es una costumbre divina. El que sabe pronunciar palabras que inspiran, que vivifican, posee una varita mágica en su boca, y nunca pronuncia estas palabras en vano porque siempre, en la naturaleza, uno de los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire o el fuego, están ahí, atentos, esperando el momento de realizar todo lo que hemos expresado. Puede ocurrir que la realización se produzca muy lejos de aquél que ha proporcionado los gérmenes, pero sabed que siempre se produce. Así como el viento transporta las semillas y las siembra muy lejos, también nuestras buenas palabras vuelan y producen lejos de nuestros ojos resultados magníficos. Si aprendéis a dominar vuestros pensamientos y vuestros sentimientos, a poneros en un estado de armonía, de pureza, de luz, vuestra palabra producirá ondas que actuarán benéficamente sobre toda la naturaleza”.
––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Omraam Mikhäel Aïvanhov,


domingo, 12 de junio de 2011

TESTIMONIO

Esto de navegar por internet ha sido algo mágico y transformador para mi.
Comencé el 2003.... guauuu!!!
Sentía que el mundo se "me manifestaba" en mi pantalla y, desde entonces, asumí que la vida es un permanente "des-aprender" para aprender cada día.
Estar atenta, abierta, despierta y dispuesta fue y ha sido un gran desafío porque de pronto todo iba cambiando ante mis ojos: paradigmas, creencias y mis "perfectas" estructuras se desmoronaban ante mi. Viví el caos....

A veces lo que parece ser lo peor es una gran oportunidad. Pasé de la noche al día y aquí estoy!
Puedo dar testimonio que esto ha ocurrido en más de una oportunidad....
En el intertanto tuve la ayuda para "poder permanecer" y no morir en el intento.

En este crecimiento me di cuenta que, por esencia, soy una aprendiz y esto lo reconozco con un sentimiento profundo que me entusiasma, me emociona y me anima constantemente. Como asimismo, tú, quien me visitas, me escribes me has mostrado una mirada diferente a la mía, y eso me ha permitido "ver" que siempre existe algo más allá de mi y mis circunstancias. Por eso reconozco que has sido un testimonio importante, un referente lo que me ha permitido aprender y crecer contigo. Maravillosas personas he conocido virtual y presencialmente, a todos y a todas... Gracias!

Esto me recuerda lo que leí que venimos a la existencia con una "agenda espiritual", y la conozcamos o no, todos la tenemos.
En esta agenda hay varias secciones. Una lleva por título "aprendizaje individual", y en ella se describen los temas que exploraremos a lo largo de la vida, a través de nuestras situaciones vitales, nuestras experiencias, nuestros vínculos, nuestros conflictos y catástrofes, nuestros encuentros y des-encuentros.Y la verdad que, para mi, tiene sentido. Por lo que deduzco que todo lo que nos suceda en esta vida estará de una manera u otra, vinculado con esos dos objetivos: aprender lo que vinimos a aprender y a dar lo que vinimos a dar.
Esto significa que nada de lo que nos sucede es casual o arbitrario, sino que está directamente relacionado con ayudarnos a encontrar la verdad acerca de algún tema o estimularnos a expresar mejor nuestro propósito hacia lo colectivo.
Tener encuenta esto es fundamental para mantener el equilibrio emocional y no ¨"perdernos" en las crisis o problemas. Recordarlo ante las situaciones desafiantes no es sencllo, sin embargo con entrenamiento es posible aplicar una perspectiva superior a cada uno de los obstáculos con los que tropezamos.

Sólo se trata de empezar, y te animo a eso!!