Irene, estudiante de medicina compartía, que nunca se había percatado de lo sabio que es nuestro corazón hasta aquel día en que Dora manifestó en una de sus clases: “seamos como el corazón, que se contrae y se relaja”…
Para los que no conocemos mucho de anatomía y fisiología, el corazón es como una bolsita llena de sangre, y sus paredes son músculos, para poder contraerse y sacar esa sangre de él.. Y esa sangre que sale impulsada por el trabajo que él hace, se reparte por todo nuestro cuerpo, “regando” todos nuestros órganos, todos nuestros tejidos, todas y cada una de nuestras células… Así todos los tejidos respiran el oxígeno que la sangre les lleva, y captan todos los nutrientes para transformarlos en energía que necesitan luego para cumplir con su función. En ese momento, el corazón, deja de regar, cierra su salida, abre su entrada y se relaja, dejándose llenar.... esa sangre que entra finalmente será dada para los tejidos en la próxima contracción…
Lo curioso es que mientras todos los tejidos del cuerpo se están nutriendo y llenando de oxígeno, él se haya contraído, dando toda su energía al resto del organismo… Y luego, mientras el resto de los tejidos dejan por segundos de ser irrigados para poder transformar eso que recibieron en energía, el corazón sabiamente se relaja, y mientras se llena para un nuevo trabajo de contracción, parte de esa sangre que entra la toma y se “riega” a si mismo….es decir, el corazón se nutre mientras se relaja… y el resto del organismo se nutre mientras él trabaja…. Pero el corazón, sabio y perfecto como fue creado, sabe hacerse tiempo para las dos cosas… Trabaja para enriquecer el organismo, lo nutre, porque él es parte de ese todo, y esa es su función allí… sin embargo, también sabe que si no se toma ese tiempo para regarse y llenarse de energía, pronto ya no tendría de donde sacar fuerzas para realizar su trabajo….
La invitación que te hago es que imites a ese corazón...y que te des tu tiempo del día para relajarte y nutrirte… para llenar cada uno de tus espacios de amor y paz, y también para llenar las reservas que luego vas dar al mundo…porque, principalmente, para poder dar, uno tiene que estar fuerte y haberse dado a si mismo lo que necesita…. por eso te propongo
Para los que no conocemos mucho de anatomía y fisiología, el corazón es como una bolsita llena de sangre, y sus paredes son músculos, para poder contraerse y sacar esa sangre de él.. Y esa sangre que sale impulsada por el trabajo que él hace, se reparte por todo nuestro cuerpo, “regando” todos nuestros órganos, todos nuestros tejidos, todas y cada una de nuestras células… Así todos los tejidos respiran el oxígeno que la sangre les lleva, y captan todos los nutrientes para transformarlos en energía que necesitan luego para cumplir con su función. En ese momento, el corazón, deja de regar, cierra su salida, abre su entrada y se relaja, dejándose llenar.... esa sangre que entra finalmente será dada para los tejidos en la próxima contracción…
Lo curioso es que mientras todos los tejidos del cuerpo se están nutriendo y llenando de oxígeno, él se haya contraído, dando toda su energía al resto del organismo… Y luego, mientras el resto de los tejidos dejan por segundos de ser irrigados para poder transformar eso que recibieron en energía, el corazón sabiamente se relaja, y mientras se llena para un nuevo trabajo de contracción, parte de esa sangre que entra la toma y se “riega” a si mismo….es decir, el corazón se nutre mientras se relaja… y el resto del organismo se nutre mientras él trabaja…. Pero el corazón, sabio y perfecto como fue creado, sabe hacerse tiempo para las dos cosas… Trabaja para enriquecer el organismo, lo nutre, porque él es parte de ese todo, y esa es su función allí… sin embargo, también sabe que si no se toma ese tiempo para regarse y llenarse de energía, pronto ya no tendría de donde sacar fuerzas para realizar su trabajo….
La invitación que te hago es que imites a ese corazón...y que te des tu tiempo del día para relajarte y nutrirte… para llenar cada uno de tus espacios de amor y paz, y también para llenar las reservas que luego vas dar al mundo…porque, principalmente, para poder dar, uno tiene que estar fuerte y haberse dado a si mismo lo que necesita…. por eso te propongo
“Se como el corazón, que se contrae y se relaja”…