martes, 5 de agosto de 2008

MI NATURALEZA





Para tí...
Liquidámbar - mi árbol de años...
F
rondoso, sereno, erguido, orgulloso y, también, presumido.
Grande, majestuoso, protector generoso de mi jardín, el rey, mi preferido:
Tú, mi árbol, mi amigo y mi cobijo. Cómplice y confidente, testigo de mis sueños, de noches estrelladas, lunas llenas y senderos escondidos.
Cuántas primaveras y veranos verdes llenos de alegrías, junto al agua tu reflejo, bello escenario, tu presencia, en mi vida. De música y fiestas, compañero silencioso de todos fiel testigo, para mí, mi familia y mis amigos…
Cuántos otoños rojos, cual sol naciente, tus hojas bailaban entre sí simulando bellas y etéreas odaliscas, con sus graciosos velos transparentes y al son de la suave brisa, se dejaban caer una a una a medida que el invierno anunciaba su visita.
Hoy a ti mi canto, mi danza, en ritual de gratitud eterna. La noche se nos unió, al igual que las hadas y las luciérnagas. El último rayo de sol con la ayuda de las primeras estrellas hicieron una ronda, invitando a los grillos, a la cruz del Sur y a los demás devas. La luna, majestuosamente bella, llegó abrigando tu desnudez de invierno, te ha envuelto en su luz plata para llevarte hasta su reino, en donde volverás a ser rey, en su jardín eterno.
"ALI remueve la tierra con sus manitos de lluvia
y en las macetas las plantas sueñan con prados perdidos.
Hasta que ella les cuenta con su voz de cielo tibio
que no es prisión, sino amor, que esten juntas en un nido.
Entonces las flores cantan los colores del recuerdo
y en los tallos el rocío se pone verde de olvido".
- Roberto Esmoris L. -