jueves, 15 de febrero de 2007

CHICAGO, gélida ciudad donde escuché a mi cuerpo y se produjo el corte natural..…


Hace tres semanas atrás llegamos con mi hijo a Chicago. El fue contratado por la Universidad de esa ciudad. Es biólogo, recien titulado. La idea de que lo acompañara fue suya. Fue una grata sorpresa para mi, aun sabiendo a qué iba. Había que montar el depto en el cual viviría durante ese período, por lo tanto mi presencia era importante para esa supervisión. Claro, comprensible.
Nuestro primer impacto fue su clima, la tº era menos 17 grados!!! Y la sensación térmica ¡menos 25 grados!

Llegamos un viernes a Atlanta, para luego realizar trasbordo para Chicago. Hemos llegado al mediodía al departamento, ubicado a 4 cuadras largas de la Universidad. El bus para al frente. Es un gran condominio, dentro del cual un gran porcentaje está arrendado por esa entidad para sus alumnos y empleados. El quiso vivir solo. El sistema de seguridad se nota desde el ingreso, lo que te da tranquilidad, aunque sabemos, despues de la experiencia del 11.11 que no tentemos NADA SEGURO.
Al departamento había que habilitarlo con lo mínimo indispensable, lo antes posible. Por lo tanto el “quehacer” empezó a full. Qué me han dicho!! Parecíamos monos animados… entrar y salir de una tienda, de la otra, dejar en el depto y volver por otras cosas… Esto empezó un viernes...ese lunes creí me moría, me vino una gripe muy fuerte… el cambio fue muy brusco, porque dentro de las tiendas hace un calor de 23º…entonces entre que te sacas y pones la ropa para entrar y salir de un lugar…ufff, me enfermé, obvio!

Sé que eso “no estaba contemplado” en el plan… menos para él, a quien noté muy complicado…. ¿Que hago con mi madre así???- era mi diàlogo - El martes me sentía peor.. y el miércoles me vino una crisis donde deliraba, lo único que hice fue levantarme y ponerme la toalla mojada en mi frente, como cuando pequeños. En esa situación estaba cuando me pregunté para que me estaba pasando esto….que me quería decir mi cuerpo?... porque estaba mal…. Me resbalé dos veces al ir a mojar la toalla, y de verdad me di cuenta de algo elemental para mi… qué estaba haciendo? Y claro, muchas cosas….sin embargo lo esencial, lo había olvidado...ser madre!! Dónde estaba el afecto, lo calientito, la esencia pura de mi trascendencia?...puesta en el HACER…y el SER…el que me pidió lo acompañara… Me recordé que nunca mas volvería a casa como él mismo, esta era una oportunidad de la vida, única para ambos, y estábamos “fuera de nosotros” desde el HACER… perdiéndonos de la rica e irreemplazable sensación de manifestarnos en lo que somos. Es cierto, deliraba. Bendita manifestación de mi cuerpo y mi conexión con él que me permitió, en ese instante, darme cuenta, pedir disculpas a mi Ser por esa falta grave y omisión, y decirme que entendí el mensaje...y que al otro día TODO ESTARIA BIEN..,identifiqué la fuente del problema, por asi decirlo, que la gripe se acabó en ese momento porque entendí... que era manifestar mi amor incondicional de madre ante un hijo que es cierto solicitó mi presencia ante lo práctico, sin embargo tengo la certeza que fue para estar juntos y solos para “el corte” del cordón umbilical en armonía, paz, amor y compasión.

10 comentarios:

Jessica dijo...

Querida Alicia:

Agradezco tu compartir. Muchas veces nos captura lo cotidiano y nos salimos del centro. Uf, me ha tocado habilitar mi piso en Madrid para mi y mis hijos y por más haceres y objetivos de futuros deseados claros, la nostalgia y la soledad visita con fuerza.
Es una bendición ver como cuando a algún miembro de la familia se le abren posibilidades, todos nos vemos afectados de alguna manera.
Los cambios son parte del devenir de nuestras vidas, y cada cual tiene su propia forma de reaccionar ante ellos, a veces, son la conquista de nuevos territorios, otras, los mismos territorios con nuevos ojos.

Me gusta una frase judía que dice:
KUN BEZÁ, que significa: "LEVÁNTETA Y ANDA" y mucho más me gusta otra que dice: LEJ LEJÁ, que significa "ANDA Y HÁZLO".
Te deseo mucho éxito en todos tus proyectos de vida, confiada en que estás acompañada por muchos afectos en la Tierra y en el Cielo.
Un abrazo fraterno,

Jessica Cabrera

Anónimo dijo...

Querida Alicia, no me extraña que busques y encuentres la forma de expresar todos tus sentimientos, tus vivencias, que siempre me tocan en lo personal y que tanto me sirven. Me encantaría tener esta habilidad tuya, esa tremenda conexión que te lleva a encontrar las respuestas que están a nuestro alcance.
Felicitaciones a la madre, que preparó a ese hijo emocionalmente para estar donde está hoy y al padre que supo dar el ejemplo que el hijo hoy agradece y retribuirá a través de su vida.
Cariños y seguimos en esta vida,
Carolina

Anónimo dijo...

Querida Alicia: te felicito, se nota la gran sensibilidad que tienes y también por haberte dado cuenta de lo que te estaba pasando. Separarse de un hijo, aunque sea por un tiempo y por un motivo interesante en la vida de ellos es, sin duda, algo fuerte que debe ser asimilado con tranquilidad y con profundo amor. ¡ Cuantas veces debemos desprendernos de lo que amamos! Si no fuera así creo que no dejaríamos desarrollar las alas de nuestros seres queridos. También necesitamos de una generosidad inmensa para aceptar de buen agrado las separaciones. A la larga nos damos cuenta que hicimos algo realmente digno de una persona inteligente, generosa y con mucho amor. Conversar con tu hijo, pasar esos días a solas con él debe haber sido muy gratificante para los dos. Te deseo a ti lo mejor de este mundo y a él mucho éxito en sus estudios y en todo lo que emprenda.
Gracias, Alicia, por compartir tu experiencia.
Ma. Eliana.

la Marisol dijo...

Mi querida Ali,
Tu historia es hermosa, siento el frío de Chicago (yo viví en Northefield a 45 minutos y estudié en la Northwestern University), sé de lo que hablas, pero más que eso, tu sensibilidad me traspasa y me compromete...con qué? te preguntarás tú....con mi SER madre también. Muchas veces lo cotidiano te empuja al hacer más que al ser. Lo tendré presente. Gracias por recordarlo. Un abrazo y seguiré leyendo tu blog.

Martiuks dijo...

Alicia:

Me da mucho gusto leerte de nuevo y espero que esta vez ya no sean tan largas tus ausencias.

Por otro lado, algo que me gusta de tu blog es que hablas de muchas cosas que yo recien he estado aprendiendo de 1 año para aca, por ejemplo esto que mencionas en tu post acerca de que las enfermedades son manifestaciones de algo que necesitamos o queremos en concreto.

Por ultimo, excelente cancion, Chicago es un grupo excelente.

Saludos y buen inicio de semana.

¡Nos leemos luego!

Anónimo dijo...

Que maravilloso lo que puedes llegar a lograr, que inmenso es el conocimiento que llegas a tener de ti, pienso, leo y aprendo, eso quiero hacer siempre, aprender y aprender y poder lograr ese conocimiento pleno de mi, y lograr vivir feliz, tranquila y enprosperidad.
Cortar el cordón umbilical debe ser una experiencia extremadamente fuerte, aun me falta mucho para hacerlo, pero agradezco que compartas con todos nosotros esa intensa experiencia de vida.
Te admiro y te quiero mucho, doy gracias a Dios todos los días por muchas cosas y entre ellas porque estes siempre a mi lado.
Gracias Ali querida.
María Elena

Bertix dijo...

Afortunadamente el cuerpo es más sabio que nosotr@s mism@s, y si tienes que darte cuenta de algo y no lo haces, es el propio cuerpo quien desencadena algo.

O te paras o te para.

saludosssss

Carmen Gloria Gorigoitía C. dijo...

Querida amiga, gracias por la experiencia compartida, me siento aprendiz del proceso que has vivido, además me enorgullezco de ser tu amiga. Aprovecho de felicitar a Alejandro por sus primeros logros profesionales, estoy segura que está feliz realizando lo que más le gusta hacer.

y bien por tu nuevo blog!!!!

Un abrazo muy grande

Carmen Gloria

Anónimo dijo...

Hermosa mujer, aunque digas que tu ego gozará y eso no te hará bien a ti,igualmente te dire: Eres maravillosa!
Felicitaciones por enseñarnos tu experiencias en este nuevo espacio.
Pablo G-H

Anónimo dijo...

Querida Alicia: tu comentario acerca de los chocolates y el vino me trajo a la mente un recuerdo muy lindo: Estaba haciendo un taller de literatura en la escuelita de Quintay a niños de octavo básico. Uno de los ejercicios era degustar un chocolate con los ojos cerrados, pensar qué les estaba pasando, sus sensaciones etc, para luego describirlo en dos o tres frases. Te diré que fue una experiencia maravillosa observar sus caritas de ensoñación y deleite, mejor aún lo que escribieron posteriormente. Gracias por haberme hecho recordar esos momentos tan lindos. Me gustó mucho lo que escribiste y estoy de acuerdo contigo que las cosas buenas hay que compartirlas de todas maneras, de este modo se sienten mucho más buenas. Un abrazo.
M. Eliana.